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¿Qué un socialista nunca podría salir elegido en Norteamérica?

24 Ene

Seis respuestas a los escépticos sobre Bernie Sanders

Sanders

1. “Nunca derrotaría a Trump o a Cruz en unas elecciones generales”.

Falso. De acuerdo con los últimos sondeos, Bernie es el candidato demócrata más sólido para las elecciones, y derrotaría tanto a Donald Trump como a Ted Cruz en un hipotético enfrentamiento (las últimas medidas de todos los sondeos de Real Clear Politics muestran que Bernie bate a Trump por un margen mayor que el de Hillary y que Bernie derrota a Cruz, mientras que Hillary perdería frente a Cruz).

2. “No podría llevar a la práctica ninguna de sus ideas porque el Congreso las rechazaría”.

Si ambas cámaras del Congreso siguen en manos republicanas, ningún demócrata será capaz de hacer aprobar mucha legislación en el Congreso, y tendrá que atenerse en vez de eso a decretos y reglamentaciones presidenciales. Pero hay mayores probabilidades de echar a los republicanos si se dispara la “revolución política” de Bernie, que traería consigo a millones de jóvenes y demás votantes, y de mantenerlos políticamente comprometidos.

3. “Norteamérica nunca elegiría a un socialista”.

Por-fa-vor. Los programas estatales de más éxito y aprecio son los de protección social: la Seguridad Social y Medicare. Una autovía es un gasto social compartido, como las fuerzas armadas, los parques públicos y las escuelas. El problema que hoy tenemos un exceso de socialismo para los ricos (rescates de Wall Street, subvenciones a Big Ag [los grandes intereses agrícolas] y Big Pharma [los de las grandes farmacéuticas], la monopolización por parte de las empresas de cable y las gigantescas aseguradoras y los paquetes salariales de los ejecutivos con descomunales deducciones fiscales),  todo lo cual quiere concluir o impedir Bernie.

4. “Su propuesta sanitaria de un único pagador sería tan cara que exigiría subirle los impuestos a la clase media”.

Este es un argumento engañoso. Los estudios demuestran que un sistema de pagador único saldría bastante más barato que nuestro actual sistema, que depende de aseguradores sanitarias con fines lucrativos, pues un sistema de un solo pagador no gastaría sumas tan ingentes en publicidad, marketing, salarios de ejecutivos y facturación. De modo que aunque el plan de un solo pagador de Sanders exigiera impuestos más elevados, los norteamericanos adelantarían mucho, pues se ahorrarían bastante más que eso en seguros sanitarios.

5. “Sus planes para financiar la educación universitaria con impuestos a las transacciones de Wall Street significaría que las universidades se regirían por leyes gubernamentales”.

Tonterías. Tres cuartas partes de los estudiantes universitarios de hoy asisten ya a universidades públicas, financiadas por los gobiernos de los distintos estados, y no se rigen por una reglamentación gubernamental [federal]. El verdadero problema es que hay demasiada gente joven que no puede permitirse una educación universitaria. La política tendente a una educación superior pública y gratuita que comenzó en los años 50 con la G.I. Bill [ley que favorecía que los veteranos de las fuerzas armadas pudieran cursar estudios al reintegrarse a la vida civil] llegó a un brusco final en los años 80. Tenemos que reiniciarlas.

6. “Es demasiado mayor”.

No es cierto. Está en plena forma. ¿Se han fijado en lo ágil y enérgico que aparece haciendo campaña por todo el país? Hoy en día, tener 70 es como tener 60 (es más joven que cuatro de los nueve jueces del Tribunal Supremo). En cualquier caso, la cuestión no es la edad, es tener los valores adecuados. FDR sufría de parálisis y JFK tenía tanto la enfermedad de Addison como la de Crohn, pero fueron grandes presidentes porque lucharon rotundamente por la justicia social y económica.

Robert B. Reich
fue secretario de Trabajo de EEUU bajo la Administración Clinton. Es catedrático de Políticas Públicas en la Universidad de Berkeley. Autor de Aftershock’.

FuenteSocial Europe, 19 de enero de 2016

Traducción:Lucas Antón

Tomado dehttp://www.sinpermiso.info/textos/un-socialista-nunca-podria-salir-elegido-en-norteamerica-seis-respuestas-a-los-escepticos-sobre

Entrevista a Álvaro García Linera: Socialismo, comunidad e integración. Parte I

29 Ene

Nota: Esta es la primera de tres partes en que se publicará la extensa entrevista realizada en La Paz, Bolivia en noviembre pasado.

Nos encontramos un sábado a eso de las 8 de la mañana en su oficina de la Vicepresidencia. Apareció de pronto por una puerta, sonriente, ágil, “¿Cómo estás, hermano?” me dio un apretón de manos y nos invitó a pasar a la oficina. “Les hemos preparado un desayuno”, dijo señalando la mesita con frutas mientras me insistía que tomara un matecito de coca para el sorojchi. De inmediato quiso saber dónde pondría el trípode con la cámara, “depende del lugar donde usted quiera sentarse” respondí, y mientras me señalaba un sillón se puso rápidamente a correr él mismo un sofá y una mesa de centro para hacer espacio. Yo contemplaba algo atónito al vicepresidente moviendo muebles con amabilidad y diligencia sin el menor atisbo de afectación. Se preocupó de la silla en que me sentaría, de la luz, de que tuviera todas las condiciones para la grabación.

Álvaro García Linera

Álvaro García Linera, nacido en Cochabamba, ha sido vicepresidente de Bolivia desde que asumió el presidente Evo Morales en 2006. Cuando concluyó sus estudios de enseñanza media se trasladó a México. Allí estudió Matemáticas en la UNAM, aprovechando de asistir a cuanto seminario de marxismo y ciencias sociales pudo. De vuelta en Bolivia a principios de la década de los 90 fundó junto a otros compañeros el Ejército Guerrillero Túpac Katari. En 1992 fue apresado por las fuerzas de seguridad bajo una acusación nunca demostrada de terrorismo y estuvo preso por 5 años. En la cárcel estudió sociología y reemprendió sus lecturas de Marx, que terminaron por materializarse en el libro Forma valor y forma comunidad, uno de sus textos más complejos. A partir de entonces se convirtió en quizás el más lúcido y prolífico de los intelectuales militantes en Bolivia y América Latina, no exento por cierto de polémicas. “Tenía tanto que decir y había estado tanto tiempo sin poder comunicarme”, me dijo, que decidió ir a cuanto debate, a cuanto medio de comunicación, seminario o conversatorio lo invitaron. Así su trabajo político tomó forma y se esparció, hasta culminar con la labor que hasta hoy desempeña en el gobierno del Estado Plurinacional de Bolivia.

 

SOCIALISMO

Usted mencionó en la presentación del último libro de Marta Harnecker aquí en La Paz que está avanzando en algo que quiere publicar más adelante, centrado en el problema del socialismo. Reconocemos en América Latina, nombrado de distintas formas, una serie de intentos por repensar el socialismo después de lo que fue la experiencia del siglo XX. En La potencia plebeya además, usted considera el proceso de la URSS como una generalización de la lógica del capital. ¿Dónde pondría los ejes en los que debería descansar la discusión sobre el socialismo en las condiciones actuales?

Voy respondiendo, voy reflexionando y voy comentándote –dice pensativo y se detiene algunos minutos en silencio.

Lo primero es la necesidad de reivindicar el socialismo como idea movilizadora, como proyecto esperanzador, como horizonte; porque si no, sigues moviéndote en la narrativa del fin de la historia, de lo que existe: capitalismo y neoliberalismo, con sus problemas, sus dificultades y sus tropiezos.

El socialismo es un hecho político, luego es un hecho intelectual, es un hecho espiritual, es un hecho cultural. Necesitamos reivindicar lo que llaman más poéticamente “otro mundo es posible”. Hay que reivindicar con fuerza que ese otro mundo posible tiene nombre y apellido, que está fundado en lo común, lo de todos, lo social. Hay que reivindicar que hay un futuro distinto, que hay un futuro posible, que es posible otro mundo, que es posible la expansión de lo común frente a la expansión de lo privado. Hay que reivindicar este otro mundo posible con nombre y con apellido: el socialismo, que es un horizonte, una esperanza y un hecho movilizador. Si no, no hay política. La política en el fondo también es eso. La política es la lucha por el sentido común dominante en una sociedad, pero la política revolucionaria es la lucha por un sentido común dominante que moviliza las energías humanas entorno a otra sociedad. Ese es para mí el primer eje.

Si no hay esperanza, no hay lucha. Uno no lucha porque sufre, hay mucha gente que sufre mucho y traga y digiere su sufrimiento cada día. Más lucha no es directamente proporcional a mayor sufrimiento. Incluso se puede tener un terrible sufrimiento y aún así movilizarse en contra de los suyos, para una regresión histórica. Entonces, la revolución es la lucha por un otro mundo posible y uno tiene que intentar visualizar ese norte. Porque hay esperanza es que lucho y me movilizo, porque hay una grieta posible es que me organizo, me sacrifico, me esfuerzo, e incluso soy capaz de entregar la vida. Pero si no veo la grieta que puede ser ampliada y el horizonte posible a ser construido, ganado y alcanzado, no me organizo, no me sacrifico, no lucho con sistematicidad, con denuedo, no me arriesgo.

Nosotros los comunistas, los socialistas, los que estamos en contra de lo existente, necesitamos acercar una bandera. Una bandera en torno a la cual movilizar todas las esperanzas, todas las fuerzas, todas las energías. Una bandera creíble, una bandera esperanzadora, que nos haga ver que hay un norte allá. Ese papel cumple hoy la reivindicación del socialismo.

Es una idea, es una esperanza, es una expectativa y es también una materialidad, cumple el papel de materialidad movilizadora de la sociedad, de los excluidos, de los marginados, de los que nos sentimos inconformes y que podemos decir hacia allá hay una sociedad en la que nos sentiremos mejor, viviremos mejor, estaremos más tranquilos, estaremos más satisfechos.

En relación a este segundo elemento, ¿cuál es la materialidad social de ese horizonte, la materialidad social de esa bandera movilizadora, de esa esperanza? En otras palabras, ¿cuál es el socialismo posible? Y entonces ahí entra este debate que planteábamos con Marta (Harnecker) y está en ese pequeño discurso. ¿Es el socialismo un recetario de cosas por venir? Ese es un debate ahorita entre los marxistas, los vinculados a la academia, los que hablan desde las universidades en una Europa y Estados Unidos anquilosados, que reivindican el socialismo y el comunismo como una idea. El socialismo como una idea, el comunismo como una idea, la idea del comunismo.

Es importante la idea, no la he desechado. Sí, en tanto horizonte movilizador de esperanzas es una idea, pero es más que una idea. Pero la idea es un tema que se resuelve en la siguiente conferencia donde se reunirán los marxistas para decir que el comunismo es un tema de academia. Es la diferencia con ellos. La idea para ellos es el escenario de sus reflexiones, sus debates, sus discursos y sus conferencias. Y el comunismo es el pretexto para ello.

Para mí es una idea, pero es una idea de esperanza, es una idea que te jala el espíritu. La gente se mueve por ideas, lo más sublime de las personas se moviliza por sus ideas. Otra vez: uno no pelea porque sufre, uno pelea porque sufre y cree que puede dejar de sufrir. Y entonces se organiza y pelea y persevera y marcha y se reúne y hace lo que puede por una idea. Pero es una idea que también tiene una base material.

Entonces esa es la diferencia de la idea de socialismo que yo reivindico frente a cómo la están manejando los marxistas de cátedra, que está bien que los haya. A esta idea del socialismo hay que incorporar la materialidad del socialismo y ahí soy marxista. La definición que da Marx en La Ideología Alemana es un movimiento real, que se desenvuelve ante nuestros ojos y supera el orden de cosas existentes[1], es decir, está aquí, lo vemos, lo tocamos, está frente a nuestros ojos y busca superar lo existente dentro de lo existente, con lo existente. Es decir, es un movimiento contra capitalista que se da en el capitalismo. No es solamente una idea, es también práctica, es materia organizativa, es hecho social.

Eso necesitamos reivindicar, el socialismo como idea movilizadora, como el nombre de la gran esperanza y también como la lucha actual, como el cúmulo de luchas grandes, pequeñas, dispersas, generalizadas, que se desenvuelven hoy frente a nuestros ojos y que apuntan a superar el orden de cosas existentes. Es decir, es la emergencia de lo comunitario hoy, ¡hoy!, ¡hoy!, en pleno capitalismo. Este es el segundo elemento, la materialidad social del horizonte, eso es lo que propongo reivindicar porque si no te quedas en un ámbito estrictamente académico.

 

¿Ese eje de las prácticas sería entonces el eje principal?

Los dos. Porque sin idea no te animas a movilizarte, pero a la vez, sin materia social tu búsqueda del horizonte se resuelve en una conferencia, en un seminario. Y no, esto se resuelve en la lucha, en la movilización, en tus publicaciones, en tus reuniones, en tu actividad económica, se va resolviendo como un movimiento que avanza y que retrocede, que lo aplastan y luego vuelve a renacer.

Entonces ya tienes dos elementos principales, la idea movilizadora y la materia real de luchas actuales que buscan superar el orden existente. Eso es lo que he intentado hallar en Lenin, en cierta medida en Lenin, en Marta también, en sus reflexiones.

Entonces el socialismo no es un modo de producción. Decían “estaticemos todo los medios de producción y ya entramos en una nueva economía”, ¡no! El socialismo es un periodo de transición de luchas que te separa de la gran comunidad universal, que sería el comunismo.

Pero me vas a decir “Álvaro, eso está pasando a diario, actualmente hay luchas en el capitalismo, contra el capitalismo ¿y eso ya es socialismo?” No, la diferencia para hablar de socialismo es que hay un poder político. El poder político de los sectores excluidos, de los trabajadores, que es capaz de orientar, potenciar estas luchas que se desenvuelven ante nuestros ojos, en la búsqueda de su expansión, de su irradiación, de su generalización. Luchas hay en toda sociedad capitalista, pero luchas apoyadas por un poder político revolucionario, por un poder político de los trabajadores, ampliamente democrático, que refuerza esas luchas comunitarias, que busca ampliarlas, que busca generalizarlas, ese sería el socialismo. Ahí está más o menos mi esquema de interpretación del socialismo: es un norte movilizador, son luchas actuales, pero es el apoyo, la existencia de un poder político, de una estructura estatal o semiestatal, que se mueve en la dualidad de democratización de decisiones y concentración de decisiones –eso es un semiestado, porque todo estado por definición monopoliza decisiones y todo movimiento social por definición democratiza decisiones, y un semiestado es la coexistencia altamente productiva de las dos tensiones en una. Entonces el socialismo, con sus tres ejes, lo definiría como un periodo de transición entre el capitalismo, como modo de producción, como sistema tecnológico, como civilización; y el comunismo, como un otro modo de producción inexistente hoy.

El socialismo es el tránsito. Es un tránsito en que se dan las luchas de un capitalismo predominante y de una emergencia intersticial de luchas comunitarias, de esfuerzos comunistas que tienen el apoyo del poder del Estado revolucionario para irradiarse, para expandirse, para volver a comenzar. Entonces, es un escenario de guerra total, de guerra social total. No militar, no necesariamente con armas, sino de ideas, con experiencias y organizaciones.

Entonces, si eso es el socialismo, no es un modo de producción. El socialismo es un conjunto de luchas sociales que avanzan, que retroceden, que se expanden, que se irradian, que nacen, que se mueren, que las aplastan, que vuelven a renacer apoyadas permanentemente por iniciativas del Estado que no las sustituyen, sino que buscan que se expandan, que se irradien.

Eso me permite a la vez entender que hay gente –quizás eso fue lo que pasó en la URSS– que dice, ya, está bien, pero ¿hasta cuándo? Y se cansaron. Porque en el socialismo tú estás depositando en la propia sociedad la iniciativa para que se auto organice y el Estado te ayuda, te facilita los medios, te permite irradiar de mejor manera, porque no te sustituye. La iniciativa está en la sociedad, para asociarse, para la cultura, para la definición de políticas, para la producción, esa sociedad es lo comunitario emergiendo desde lo social. Pero hay momentos en que desde el Estado dicen “está tardando mucho, es muy difícil, no entienden, no están preparados”, entonces los sustituyen y estatizan todo. ¡En ese momento perdiste! Porque ya la iniciativa ya no está en la sociedad, si no en una vanguardia esclarecida, bien intencionada, que busca acelerar los procesos, pero lo perdiste porque ya lo asumiste todo, volviste al estado hegeliano, aunque ya no es una elite de funcionarios públicos interiorizados con el bien universal, si no una elite de revolucionarios que por el bien de la humanidad ha decidido acelerar las cosas y ha sustituido a los que tienen que hacer las cosas. En ese momento que asfixiaste todo ya no estás en el socialismo, estás en el capitalismo de Estado, y la frontera es muy difusa, muy difusa. Esto es lo que le contaba yo a Marta (Harnecker) ese día, lo que he venido reflexionando porque he vuelto a leer las Obras Completas en lo que respecta a esos periodos…

 

¿Las Obras Completas de Lenin?

Lenin, si, desde su comunismo de guerra que es decir, a ver, compañeros, somos obreros, tenemos soviets, nos vamos a morir de hambre, y están ahí los campesinos que son pequeños propietarios, necesitamos su comida. Por el bien del socialismo vamos a quitarles toda su comida. Y la requisan porque hay que salvar la revolución. Es más, intentan promover cooperativas aceleradamente para comenzar a producir en colectivo, con personas que durante dos mil años habían producido individual y familiarmente, entonces se muere la gente, hay guerra total, se mueren de hambre. El tal comunismo de guerra fue así, un hecho catastrófico. 8 millones de personas mueren, por lo menos.

Entonces Lenin dice “momento, momento, eso no es el socialismo”. Y comienza a reflexionar ¿qué es Rusia? Hace su catálogo y lo repite en cada conferencia, lo debe haber repetido 20 veces. Rusia tiene la economía tradicional campesina, tiene la pequeña producción urbana, tiene la pequeña producción rural, son 5 modos, tiene el capitalismo desarrollado y tiene atisbos de empresas sociales. Y luego dice, somos una economía capitalista, estoy hablando del año 21 o 22, cuando habla sobre la NEP. Y comienza a reflexionar, a decir, bueno ¿cómo vamos a construir el socialismo? Impulsando la asociatividad, buscando que la gente emule, hagamos una cooperativa acá y mostremos que en esa cooperativa la gente vive mejor y vive más feliz, para que el campesino que desconfía de nosotros se anime hacerlo voluntariamente. Es decir, es el esfuerzo de la voluntariedad, de la asociatividad, no de la aglomeración colectivista del Estado, si no de la asociatividad comunista de la sociedad para producir. Y dice, hagamos contratos y se pone a firmar contratos con las empresas petroleras y las empresas madereras. Necesitamos su tecnología y sus formas organizativas de producir. ¿Pero eso no es capitalismo? Es capitalismo, pero no es un peligro si nosotros mantenemos el poder.

Esta idea del papel del poder político en la definición de la estructura del Estado que ayuda a la asociatividad de la sociedad autónoma, con los recursos económicos y la tecnología recuperada, es el socialismo. Esta lucha tan complicada que se da en medio de un capitalismo prevaleciente que no ha sido superado –porque no estás en otro modo de producción, estás en el modo de producción capitalista dominante–, donde impulsas estos pequeños intersticios de asociatividad comunitaria y que el Estado ayuda, empuja y busca diversificar y promover, eso sería el socialismo. Así hay que reivindicar la construcción de los regímenes socialistas contemporáneos, de este nuevo socialismo democrático.

El socialismo es lucha, es un periodo de transición de luchas intensas entre un capitalismo prevaleciente y dominante, erosionado por esfuerzos intersticiales diminutos, que avanzan, que retroceden, que vuelven a renacer para construir una otra forma de organizar la economía, la política y la sociedad, donde hay un poder revolucionario que ayuda en esa lucha para buscar que se irradie y que avance más rápido, no para sustituirlo, sino para acompañarlo.

 

Continúa en partes II y III

 

NOTA

[1] En La Potencia Plebeya, García Linera afirma: “En la medida en que el capital es una realidad social y material que enajena el trabajo, y el comunismo no es otra cosa que el “movimiento real que anula y supera el estado de cosas actual”, la superación de esa realidad no puede ser más que un hecho igualmente social y material que involucra a las clases trabajadoras en su conjunto, a su actividad práctica colectiva.”(pág. 121) La frase entre comillas corresponde, según la referencia al pie, a La Ideología Alemana de Marx y Engels.

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Tomado de: http://eldesconcierto.cl/entrevista-alvaro-garcia-linera-socialismo-comunidad-e-integracion-parte/

Entrevista a Álvaro García Linera: Socialismo, comunidad e integración. Parte II

29 Ene

COMUNIDAD

Usted ha dicho que los agentes principales de las transformaciones son las comunidades, no el Estado. En su libro Democracia, Estado, Nación, habla de la comunitarización de la política, que opone a la noción liberal de democracia. El tema de la comunidad deambula entonces por un conjunto de ámbitos de su reflexión. ¿Cómo piensa usted la comunidad? ¿Está inicialmente definida como una comunidad campesina, indígena, tradicional, referida al ayllu? ¿Es posible pensarla en el marco de procesos de urbanización?

Álvaro García Linera 2

Retomo las definiciones que hace Marx del comunismo como una comunidad universal. Cuando era más joven le llamaba “gran hermandad”, ya mayor le llamó “comunidad universal”.

Marx está leyendo las comunidades tradicionales que son locales, fragmentadas y está permanentemente contraponiendo esa experiencia de lo comunitario-local, de lo comunitario territorialmente focalizado, con la idea del comunismo como la universalización de lo comunitario. Y por eso construye esa fórmula tan elocuente, hasta mística, que el comunismo es un regreso a la vieja comunidad en condiciones superiores. Estoy pensando en esa manera en que Marx intentaba redondear su concepto de comunismo asociándolo a la comunidad, que está entendiendo como asociación libre, como una aglomeración decidida por los propios productores para gestionar el producto de su trabajo.

Cuando uno lo ve así, está claro que es justamente lo opuesto del Estado. El Estado también es un tipo de comunidad, decía Marx, pero es una comunidad ilusoria. El Estado te agrupa en torno a un universal, es decir, en torno a la idea de algo común. Pero es ilusorio, porque ese común en torno al cual el Estado te está agrupando, no es un común real, es el interés de unos, monopolizado por unos, que se expande bajo la ilusión del interés de todos. En ese hecho de lo privado devenido en común, de lo particular devenido en universal, radica el secreto del Estado. Pero es una ilusión real, es una ilusión bien fundada, es una ilusión material, y por eso decía que la mejor forma de entender el Estado es el capítulo uno de El Capital, sobre las formas de valor, donde construye ese concepto hasta llegar al dinero, y establecer cómo un billete deviene en representante de la riqueza de todos, cómo una cosa particular deviene recreación y representación del trabajo de todos.

Entonces ciertamente la comunidad no es igual al Estado. El Estado puede asociar, pero no puede crear comunidad. ¿Por qué no puede crear comunidad? Porque el Estado centraliza decisiones y la comunidad es la disolución de la centralización de las decisiones, es la democratización de las decisiones.

¿La comunidad se construye a sí misma entonces?

Sí. El Estado no puede construir comunidad, no puede sustituir a la comunidad y lo vemos hoy a través de tantos ejemplos prácticos. Un Estado liberal, un Estado colonial, lo que hace es cortarla, anularla, martirizarla, retorcerla, diseccionarle todo su trabajo y luego simplemente botarla como socialidad inerte en descomposición. Pero el Estado puede también ayudar a la expansión de la comunidad y eso puede ser lo que diferencia al socialismo.

Los compañeros de un sindicato que se movilizan, que toman decisiones en comunidad, deciden marchar y gastan de su plata, de sus recursos uno, dos, cinco días para movilizarse, para marchar y para bloquear, han hecho un desgaste en sus recursos y ha sido voluntariamente, asociadamente. Allí hay comunidad en la política, es la política en comunidad.

Pero los compañeros dicen, “bueno compañero presidente Evo, nosotros aquí somos productores de leche, aquí mi hermano produce leche, este otro produce leche, aquél produce leche, y sabe presidente Evo, toda la leche que producimos la vendemos a la empresa Pil, extranjera. ¿Por qué no hacemos nuestra propia fábrica de leche? La producimos, la procesamos, la convertimos en leche pasteurizada, la convertimos en yogurt y le damos a nuestros hijos”. ¡Excelente! Esa es la búsqueda de convertir la comunidad política movilizada en comunidad productiva. Viene el presidente Evo y dice: “Perfecto, consigamos una fábrica de leche”. Vale un millón de dólares, dos millones de dólares, es una pequeña fábrica. Vamos y levantamos la fábrica de leche. Fue decisión de ellos, no fue idea de un asesor. Entonces el presidente Evo les construye la fábrica: “Compañeros, acá está la fábrica de leche.”

¡Perfecto! Nos vamos. ¿Qué más necesitan? ¿Asesoramiento técnico? No –responden–, tenemos aquí unos pocos, nos vamos a asociar, vamos decidir en la misma asamblea quién va a asumir el mando de la fábrica, rotativamente; tenemos dos técnicos, los vamos a contratar nosotros, ya tenemos a nuestros hijos que han estudiado en la universidad y vamos a fijar nosotros el precio de la leche según la cantidad de producto que tengamos y que nos pueda comprar la alcaldía. Perfecto, nos vamos, “buenas tardes”. Los compañeros hacen su fábrica de leche, se reúnen, eligen el directorio, y el directorio comienza a dirigir la fábrica.

 

¿Usted me está contando algo que pasó efectivamente?

Que pasa cada día.

Entonces ha transcurrido un mes y los compañeros se pelean, la plata de la primera venta de la leche, que tenía que servir para reponer las maquinarias y pagar a los agricultores, la usan en algún otro tipo de actividad, no compran herramientas, critican por corrupción al elegido por los mismos compañeros y al final, regresamos a los seis meses y la fábrica está paralizada, con una deuda de un millón de bolivianos y con protestas de los trabajadores. Entonces dice la comunidad, “compañero Evo, la entregamos la fábrica al Estado, prodúzcanla ustedes, nosotros no hemos podido avanzar”. Nos ha pasado con fabriquitas de leche, nos ha pasado con fábricas en el Chapare, de palmitos, de cítricos.

Mientras la familia campesina tiene comunidad de tierra pero tiene producción familiar, no es comunitaria. Cada familia produce y usufructúa ese producto. La tierra es de todos, pero la producción es segmentada por familia. El sistema de riego lo hacen entre todos, lo construyen, lo regulan para que haya agua para todos, pero la producción la gestiona cada familia y decide sobre su producto, si lo vende, si lo guarda, en fin. Entonces hay un límite entre una comunidad política y de infraestructura y una comunidad de producción.

En este caso lo que hicimos fue recuperar la fábrica que era de ellos, comenzar a gestionarla y que los mismos compañeros fueran aprendiendo la técnica de la gestión de la fabriquita de leche o de palmito, en la perspectiva de, cuando ellos lo decidan, en seis meses, en un año, en dos o tres, pasarla a gestión de la propia comunidad.

Es un salto a una forma de producción comunitaria en pequeña escala cuyo retroceso la pasa otra vez al Estado, pero la esperanza es que en la experiencia práctica la comunidad se apropie de la gestión técnica de la producción. ¡Eso sería socialismo! Pero mientras tanto es el Estado y no es aun socialismo. El Estado viene y dice: “ya mis compañeros, la vamos a gestionar”, contratamos 4 técnicos, hacemos el sistema de conteo y de los réditos, la fábrica está produciendo leche para la comunidad, vendemos y hay ganancia, pero la está gestionando el Estado, y el Estado es centralización. Y mis compañeros del campo siguen comportándose frente a la fábrica como productores. La fábrica no es de ellos, no es de un patrón ni de la Pil, no, es del Estado, pero igual la relación de productor está disociada del procesador.

Los técnicos son de la misma comunidad, pero no es la comunidad la que decide los precios, no es la comunidad la que decide la gestión, no es la comunidad la que decide la reinversión. Es un equipo técnico, eficiente, pero centralizado, distinto a la comunidad.

Eso no es socialismo. El socialismo implica que la comunidad se apropie. Esta vez no pudo, intentó, retrocedió y la perspectiva es que de aquí a 6 meses se vuelva a apropiar, que aprenda. Pero la gestión será otra, tendrá que someterse a la reapropiación de la comunidad, de la asamblea, con sus problemas. Y la asamblea tendrá que readecuarse para asumir una nueva tarea que antes no había tenido. Durante mil años gestionaron el sistema comunitario para producir individualmente, ahora tienen que asumir la tarea de gestionar comunitariamente un producto. Esa experiencia es complicada y el Estado revolucionario ayuda, pero no sustituye.

Lo mismo nos pasó con Huanuni, en una escala más grande. Huanuni es una empresa minera. 5 mil obreros. La hemos estatizado.

Como hay una gran capacidad política y asociativa, los compañeros se fueron apropiando rápidamente de la gestión. Los compañeros de la asamblea, porque se reúnen en asamblea, comenzaron a elegir a los técnicos intermedios, luego al gerente, de tal manera que hoy el gerente es un designado por la asamblea minera y el sindicato define inversiones, define compras, define salarios, define todo. Una prueba de autogestión obrera. ¡Excelente! De hecho yo diría que es la más avanzada en Bolivia y en América Latina. Son los obreros los que definen todo, desde la producción, el día de trabajo, el salario, los bonos, las inversiones, el volumen de producción, todo.

Pero hay un límite. Es una experiencia avanzada de obreros asumiendo la gestión técnica del proceso de producción, pero resulta que en ese control que asumieron los compañeros también tienen que decidir el uso de las ganancias. ¿Y qué dijeron? “Hemos ganado cantidades de dinero. Esta parte la entregaremos para reinvertir y garantizar que la mina funcione”. Buena decisión. “Con esta otra parte nos aumentaremos el salario”. Entonces hay compañeros en la mina que ganan más que el presidente. El presidente gana 19 mil bolivianos, unos 2 mil 500 dólares, y hay compañeros de los mineros, hartos compañeros, que ganan 20 mil, 25 mil, 30 mil, 40 mil bolivianos, es decir 3 mil, 4 mil, 5 mil dólares. ¡Un montón de dinero! ¡Qué lindo que ganen harto, de eso se trata! Pero, ¿y la sociedad? ¿Qué quedó para la sociedad?

¿Y la propiedad? ¿Quién posee la propiedad de la mina?

La propiedad es del Estado. Pero la apropiación y gestión real es de los mineros. Entonces tienes que un bien común de todos está siendo gestionado por un colectivo que luego deviene en una acción privada, donde los beneficiarios son ellos.

Has avanzado en una forma local de socialización de la gestión técnica de la producción, pero visto en conjunto has reproducido una forma de apropiación privada de la producción. Los minerales son de todo el pueblo boliviano. Puedes asignarle un uso temporal a un privado, pero aquí Huanuni como sindicato de 5 mil obreros está actuando, respecto a la sociedad, de la misma manera que un privado. Ya no es un empresario, son los obreros, pero el producto del trabajo queda para ellos, cuando debería ser para todos.

¿Qué puede hacer el Estado? Decimos, compañeros está muy bien que hayan asumido la gestión de la producción, pero cómo hacemos para que la gestión de la producción mejore su condición de vida, después que por centenares de años el minero se moría con silicosis en la mina y sus hijos heredaban la enfermedad de los padres, pero que también el producto beneficie a todos. Es decir, de los ingresos de la producción, una parte para reinversión, otra parte para salarios y otra parte para todo Bolivia. Entonces, interviene el Estado otra vez, no asfixia la iniciativa, lo que hace es buscar que se potencie, que se amplíe, que incorpore lo universal. O sea, el Estado podría hacerlo, decir simplemente, compañeros, regresamos al viejo régimen, asumimos el control de Huanuni, todas las ganancias para bonos, rentas para todos los bolivianos, que disfruten también de la minería y ustedes regresan otra vez a la posición de obreros. Eso lo haría un Estado progresista, pero no un Estado socialista. Lo que puede hacer un Estado socialista es potenciar esa experiencia que nace de la sociedad y orientar, no sustituir.

 

¿La idea entonces es que en algún momento la comunidad, por sí misma, sea capaz de resolver los términos de su universalización?

En vez del Estado.

¿En vez del Estado? Ese es un desafío muy grande para comunidades que construyen su reproducción social y su conciencia del mundo en lo comunitario. Allí hay un tránsito que no es nada sencillo. Ahora, si este desarrollo es tan importante para los procesos de cambio en Bolivia, y a la luz de los ejemplos que usted pone, ¿cómo evalúa, con el tiempo que lleva ya el gobierno del presidente Morales, el proceso de construcción de lo comunitario?

Retomo tu pregunta con la anterior. Hay lunares comunitarios, no solamente rurales. Hay núcleos de lo comunitario, tierras comunitarias de origen, usos de los sistemas de riego comunitarios, tierras de pastoreo comunitarios, hay núcleos, micro núcleos, microcosmos comunitarios, también en la ciudad. Está el ejemplo de la fábrica de Huanuni o de Colquiri, o fábricas obreras, fábricas que han cerrado los empresarios porque ya no son rentables y que los compañeros dicen “nosotros las vamos a gestionar”. Hay una experiencia de búsqueda de control comunitario en la producción, comunitario en lo político, las asambleas barriales, las asambleas designadas. Tú tienes lo comunitario en lo político muy extendido en Bolivia. Tienes lo comunitario en la producción en pequeños grupos. En la propiedad y en la gestión de riego, pero no en la producción directa. Tienes ejemplos de comunitario, de búsqueda de lo comunitario en la producción urbana. Entonces hay una irradiación de lo comunitario-urbano y lo comunitario-rural más en lo político y muy difícilmente, pero con ejemplos, en lo económico.

Hay socialismo si estas experiencias urbanas y rurales se irradian, se expanden, no solamente en lo político, sino fundamentalmente en lo económico. Es una lucha. Mis compañeros de Huanuni han asumido el control de la producción de una mina que nunca estuvo bajo nuestro control, pero otra vez pesa la mirada privatizada del uso del excedente. Y si eso sucede, renace en la experiencia avanzada de los obreros la fuerza del capital, de la apropiación privada, y no del usufructo común. Entonces ahí aparece el Estado, lamentablemente. Cuando sucede eso, nuevamente los trabajadores están renunciando a lo universal por su experiencia y están dando lugar a que el Estado otra vez tenga que intervenir para decir, momento compañeros, también hay que compartir con los demás.

Muy bien por el Estado revolucionario, está haciendo su labor, pero eso no es socialismo. Porque lo ideal es que sea la comunidad la que asuma lo universal. Y en la medida en que la comunidad lo hace, el Estado se va diluyendo, porque no es necesario. Tardaremos mil años en eso, el socialismo es esa transición en que lo comunitario se expande a la producción y lo universal se convierte en un hábito cotidiano de los propios productores directos y quienes lo monopolizamos provisionalmente, vamos perdiendo facultades que son reapropiadas por la sociedad. Hay socialismo en tanto el Estado revolucionario, que está monopolizando temporalmente lo universal, busca renunciar a ese monopolio.

¿Y cómo se renuncia a ese monopolio? No es diciendo como los anarquistas, bueno, queda abolido el Estado, porque eso sería “qué bien, entra el Banco Mundial y los neoliberales”, no. El Estado revolucionario es un Estado que busca disolverse como tal. Pero ¿cómo? En la medida en que lo comunitario y lo universal se expanda en lo local y en las comunidades productivas urbanas y rurales. Un Estado revolucionario es un Estado que tiene conciencia de esto.

¿Un Estado que construye su propia crisis, se podría decir?

Que construye su propia disolución y en eso está su victoria.

Me has permitido entonces cerrar la primera pregunta. Me decías, ¿cuáles son los ejes para pensar hoy en el socialismo? Te decía el eje de la idea como fuerza movilizadora, el eje de la materia social como acción en movimiento, la práctica que supera el orden de las cosas existentes, el papel del Estado revolucionario que construye planificadamente su disolución, como la única manera para garantizar su victoria.

Es una paradoja, pues. Un Estado revolucionario solo puede triunfar si se disuelve. Su continuidad no es su virtud. Pensado a lo largo de décadas, y este es el cuarto elemento, su victoria viene acompañada de una irradiación proletaria. No es posible construir socialismo en un solo país. Es una ficción. Lo que el presidente Chávez imaginaba de la Quinta Internacional es esto. Yo no voy a poder triunfar como sociedad venezolana o sociedad boliviana si no estoy triunfando a nivel mundial, a nivel planetario. Yo puedo dar un primer paso o dos, pero no puedo dar diez ni cien si el resto del mundo no hace lo suyo.

Entonces ahí ya los nombré todos, con eso hay que repensar el socialismo hoy, como idea movilizadora, como materia actual de acción transformadora, como sentado en lo comunitario que se está irradiando, con el papel del Estado que va acompañando y auto disolviéndose a medida que se potencia lo comunitario con la expansión de lo universal. Esos son los ejes que yo recomendaría para pensar hoy el socialismo.

Continúa en la Parte III

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Tomado de: http://eldesconcierto.cl/entrevista-alvaro-garcia-linera-socialismo-comunidad-e-integracion-parte-ii/

Entrevista a Álvaro García Linera: Socialismo, comunidad e integración. Parte III

29 Ene

DESAFÍOS DEL MOMENTO ACTUAL

En su artículoEl nuevo campo político en Bolivia” usted expone que el triunfo presidencial del MAS reorganiza toda la disputa política. En marzo próximo se realizarán elecciones de departamento y alcaldías. Si han arribado a ese nivel hegemónico ¿cuáles son los nuevos desafíos que enfrenta el proceso de cambios? ¿Cómo se expresa ello en mejores condiciones de avance de lo comunitario?

Álvaro García Linera 3

La primera pelea, la más importante de un proyecto revolucionario, se juega en el campo de las ideas. Se juega en el campo de los principios de adhesión lógica y moral de la sociedad a un específico proyecto, que luego deviene Estado. En política lo primero es la idea. Ahora, claro, las ideas no nacen así de la nada, sin basamento. Con la victoria de octubre, esto se ha consolidado. No cabe duda que se ha consolidado el ideario fundamental del Estado plurinacional: igualdad de pueblos indígenas, gobierno de movimientos sociales, liderazgo indígena, economía estatal predominante, internacionalismo, latinoamericanismo. La batalla principal se ha logrado, por un periodo, porque esto nunca está definido, la batalla de las ideas no se define ni tiene tiempo de duración ni de consolidación obligatoria, puede derrumbarse a cada día. Pero se ha logrado la consolidación de un imaginario y de un sentido común de largo aliento. ¿De cuán largo aliento será? Va depender de la emergencia de las contra tendencias, de los nuevos imaginarios, más conservadores o más radicales, y de nuestra propia capacidad de reinventarnos.

Estas elecciones han mostrado una capacidad de reinvención del proceso de cambio. Comenzamos con gobierno indígena y nacionalización, la primera elección. La segunda, Estado plurinacional. La tercera, industrialización, ampliación de la democratización. En cada una partes de un punto y marcas un horizonte. Y a medida que vas llegando a ese horizonte, lo reafirmas y trazas un nuevo horizonte. Entonces es una dinámica muy viva, si no lo haces te fosilizas, y ese es el momento en que emergen las contrapropuestas, que pueden ser más radicales pero por lo general son más conservadoras.

Pero este es solamente el terreno fértil para el verdadero trabajo fundamental: el poder económico de la sociedad. Ahí nos jugamos la continuidad. En esta victoria ideológica-cultural tiene que haber una victoria económica que le dé base material y permita proyectar más duraderamente esa victoria ideológica y cultural. Y eso es lo comunitario, el poder de la sociedad. ¿Cómo convertimos el poder económico del Estado en poder social, o en poder económico de la sociedad, de las organizaciones sociales, de los sindicatos obreros? Ahí nos lo vamos a jugar.

 

¿En ese eje económico radican entonces los desafíos fundamentales ahora?

Sí. No es solamente cómo hacemos para pasar de 12 mil millones de dólares que hemos exportado, a 24 mil millones, sino cómo hacemos que esas exportaciones sean una parte del Estado y otra parte de las comunidades asociadas, de las minas nacionalizadas. Cómo hacemos para que el pequeño productor, la pequeña comunidad, la micro empresa, las empresas asociativas se potencien y se amplíen, sean poder económico y no simplemente una experiencia minúscula.

El empresariado va a seguir creciendo, tiene que seguir creciendo. El Estado está ahí para regular ese crecimiento. Pero el Estado se juega su proyecto no en que la empresa privada crezca mucho, ni en que el Estado crezca mucho, se juega su proyecto en que las comunidades, las minas nacionalizadas, las empresas estatizadas, la pequeña producción controlada por trabajadores se expanda, se potencie. Y si el privado, digamos, representa el 15% del PIB, que las empresas asociativas sean el 20% o el 25% del PIB. Si se quedan en el 5% estamos mal, estamos muy mal. Entonces se trata de hacer que, a futuro, la economía social se potencie. Si esto se hace de aquí a 5 o 10 años, tendrás una base material para seguir relanzando tu proyecto.

Si te fijas, es una combinación de dos cosas. En lo económico: satisfacer necesidades, eso dijimos en el foro en Sao Paulo, los proyectos revolucionarios se juegan su destino en la capacidad de consolidar una economía satisfactoria. Si no lo hacen, vamos a entrar en problemas. Y en eso a la vez hay dos planos, puedes potenciar la economía si a la vez refuerzas al Estado y refuerzas al privado. La clave está en reforzar al Estado y reforzar al privado que forma parte todavía de tu escenario de fuerzas económicas, pero nunca al privado más que al Estado. Si el privado va más allá que el Estado, perdiste el control. Son tres partes, es el Estado, el privado y la economía social, y ésta con más expansión. Si ello sucede, tenemos un proyecto que está creando una base material de muy largo aliento.

En esta triangulación tanto la economía social, como la economía privada y la economía estatal satisfacen necesidades básicas. Si no eres capaz de entregar satisfacciones básicas, el privado de se va presentar como alternativa, y estás perdido. Pero no satisfaces necesidades básicas solamente así por así, satisfaces necesidades básicas ecualizando el Estado, el privado y la economía social. Siempre ecualizando, siempre con los tonos que corresponde y con los ritmos que tú deseas. Pero necesitas la economía privada. Si no, si crees poder sostener tu economía con la estatal y la social, no lo vas a poder hacer, eso es falso, es mentira, no estamos todavía en condiciones para eso.

EL MAR

No puedo terminar la entrevista sin atender el problema del mar. Dado el tenor de la entrevista, le pido que se refiera a él pensando principalmente en los jóvenes chilenos, en aquellos que engrosan los movimientos sociales, ¿cuál es ese horizonte de sentido que tiene para el pueblo y para el gobierno boliviano la salida soberana al mar?

En primer lugar es un tema de justicia. Un país que tenía mar, de un día para otro le quitan su mar. Es como un joven que vive en una casa, con su mamá y con su papá, una pequeña casa, sencilla, con dos dormitorios, su living, su comedor y de un día para otro viene alguien y le pega un puñete a su mamá, a su papá, patea al niño y lo bota a un cuarto y le dice, a partir de ahora la cocina y el comedor me pertenecen y usted va a vivir en estos dos cuartos, acomódese como pueda y si no tiene baño es su problema, constrúyase su propio baño. ¿Cómo se sentiría alguien? Fue así. No fue un hecho natural.

No es por una deuda, no es porque lo vendió, sino porque vino alguien y le dice “o aceptas que te he quitado tu living y tu comedor o te voy a quitar también tu cuarto”. ¿Qué haces? Lo toleras, porque no tienes fuerza. El otro tiene 10 matones, tiene palos. Y tú ves a mamá que trabaja 24 horas, muy flaquita y dos niños que no saben lo que está pasando.

Eso nunca está cerrado. Lo grafico con el espacio de una pequeña casa de familia tradicional, popular o media, para mostrar cómo nos sentimos los bolivianos. No, no aceptamos que así debe ser la vida, vivimos esto como una injusticia y la recordamos como una injusticia, la recordamos como un abuso y buscamos que en algún momento la persona que abusó reconsidere su abuso. No para irse, porque ya se quedó ahí, si no para compartir algo, no sé, la sala de estar. Porque la familia ha crecido y seguimos en dos cuartos. La otra familia también creció y ha usado el living, y ya usó la cocina, en fin. Entonces, compartamos la entrada de la puerta hacia la calle como algo común, una salidita compartida de la puerta hacia la calle, porque hora tenemos que salir por la ventana, ¿por qué no por la puerta?

Eso va a ser así, es un hecho de justicia ante una injusticia histórica. No es regresar a 1870, no, es reparar una injusticia.

Pero puesto también en perspectiva histórica, es el entendimiento de que esa salida por la puerta para Bolivia, también va beneficiar a la otra familia. También va a beneficiar a Chile. Porque estamos en un escenario, a diferencia de lo que sucedía en 1800, en que si no nos juntamos, si no comunitarizamos las potencias, las riquezas y las capacidades de nuestras naciones y nuestros Estados, no tenemos ninguna oportunidad en el mundo. Ningún país latinoamericano, ni aún Brasil, que es una mega potencia, cuenta en el mundo por sí solo.

En los siglos XIX y XX éramos una comunidad de Estados nacionales, en torno al cual se organizó la economía. En el siglo XXI ya no hay una comunidad de Estados nacionales en torno a los cuales se rige la economía, el siglo XXI es un sistema dual de estructuras planetarias al modo del imperio del que habla Negri, que no tienen territorialidad fija, solo se trata de institucionalidades, de normas, de procedimientos y de poderes de carácter planetario, mercados financieros, justicia internacional, economía transnacionalizada; y por otro lado un sistema de estructuras continentales, ya no nacionales, que definen e influyen en el curso del resto de los continentes y en el curso de estas instituciones-nube que se mueven por encima de los Estados. En este escenario, Chile solo no cuenta, por supuesto Bolivia menos, no somos nada.

El Estado chileno y el pueblo chileno tienen que asumir que solos son irrelevantes en el mundo. Si se paralizara la economía de Bolivia o Chile el mundo no se detiene, es más, algunos países aplaudirían porque aprovecharían los mercados que hemos dejado abiertos, en el caso del cobre ustedes, en el caso del gas nosotros. Que nos pasara algo a nosotros como sociedad, sería irrelevante para el mundo. Entender nuestra insignificancia es muy importante. Ya no es el siglo XIX, donde cada Estado-nación importaba, era un sujeto de derecho y era un sujeto de acción en el contexto del resto de los Estados nacionales. Hoy no lo es. Hoy quienes importan en el mundo son los continentes, o los Estados continentales. Estados Unidos es un Estado continental, China es un Estado continental, Europa es un Estado continental. Son los que cuentan, son los que de alguna manera logran asumir el timón de esta vorágine desatada por esa nube de poderes que se mueve sin territorio fijo en el mundo entero. Son los Estados continentales los que logran tener cierto comando de las decisiones. Cada país por sí mismo, nada.

Entonces debemos sacar de nuestra cabeza el chip de la lógica del siglo XIX, con los Estados nacionales, las acciones individuales, cada país mirando al mundo de espaldas al resto de sus compañeros de al lado. Chile mirando al mundo de espaldas al continente no tiene futuro. Chile es insignificante en el mundo, como lo es Bolivia, como lo es Perú, como lo es Ecuador. Somos insignificantes. Chile vende al mundo cobre y verduras, si dejara de vender eso, hay otros países en el mundo, como Perú, que pueden vender cobre, Bolivia puede vender cobre también, o Singapur. ¡Ah!, pero si sumo el cobre de Chile, con el trigo de Argentina, con el gas de Bolivia, con el petróleo de Venezuela, con el petróleo de Ecuador, con la agricultura de Brasil, con su industria automotriz, ¡ahí ya tenemos una economía que curva la geometría espacio-temporal del planeta! El continente sí ejerce una fuerza de gravitación en la estructura planetaria.

Este mirarnos como continente y no como país, esta mirada al mundo no a partir de mi país, sino a partir del resto de los que me rodean, es lo que falta. Nos falta a todos, en particular al Estado chileno y en parte al pueblo chileno. Ya es el siglo XXI, pero están mirando el siglo XXI con la cartografía del siglo XIX, y eso no tiene futuro. Si nos miramos como continente eso lleva a una conclusión fácil. Chile necesita a Bolivia. Bolivia necesita a Chile. Chile necesita al Perú. Perú necesita a Bolivia, Bolivia necesita a Brasil, Brasil necesita a Chile y al Perú. Y ambos necesitamos a la Argentina.

Tenemos que comenzar respetando las culturas locales, los Estados nacionales locales, y pensar en instituciones de carácter continental, en decisiones de carácter continental, en iniciativas de carácter continental, para influir en el curso del mundo y en el curso de nuestros propios países. Y eso obligatoriamente pasa, pues, por la resolución del tema marítimo.

Tantas cosas podríamos hacer entre Chile y Bolivia, tantas complementariedades podríamos hacer entre Chile y Bolivia resolviendo este tema. Tantos sacrificios innecesarios para Bolivia, tantos sacrificios innecesarios para Chile por temas que, sin afectar la estructura territorial chilena, brindando un pequeño espacio soberano a Bolivia, se resolverían abriendo un conjunto de vínculos intensos, mutuamente satisfactorios con Chile.

Hay varios prejuicios en la mirada todavía de Chile, del Estado y de sus gentes. Esta mirada del siglo XIX en un contexto del siglo XXI, donde cada país ya no tiene significancia alguna, es uno de sus prejuicios. Hay otros prejuicios, que los que vivimos aquí en el altiplano, en Bolivia, en las alturas, estamos al margen de la modernidad y de las fuerzas del progreso contemporáneo. Es la mirada que se tiene de Bolivia. Un país ahí en las alturas, confuso, conflictivo, de indios, atrasado. Ese es un segundo prejuicio.

Pero este país de indios, este país complicado, está asumiendo de una manera acelerada su propio modo de mirar y su propia manera de construir su progreso, y que en el contexto de la América Latina del siglo XXI no va a ser nada despreciable en términos de influencia y de capacidad de económica. Nos sentimos orgullosos de nuestra indianidad, lo que estamos demostrando es que a partir de nuestra indianidad somos capaces de construir un tipo de desarrollo satisfactorio. No nos hemos estancado ni nos vamos a estancar.

A nivel de la economía, en ocho años hemos reducido la distancia con Chile de 1 a 14 a 1 a 8. Y en los siguientes 10 años esa diferencia se va reducir de 1 a 2. Es nuestra propia modernidad, con nuestra propia complejidad. El siglo XXI va a estar marcado por un despertar de estos pueblos, anteriormente calificados de conflictivos, atrasados, premodernos. Y estamos dando una sorpresa. Y somos los hermanos y vecinos de Chile, ¡estamos al lado! ¿Cómo no nos va a tomar en cuenta Chile como hermanos? Nosotros necesitamos a Chile. Pero acuérdate, Chile cada vez va necesitar más a Bolivia, aunque no lo crean ahorita. Entonces, ¿cómo no convertir esa mutua necesidad en una fuerza creadora de bienestar común, en vez de una fuerza de confrontación y de resentimiento permanente? Las nuevas generaciones en Chile tienen que ver de una manera menos prejuiciosa el futuro.

Eso reivindicaría frente a los compañeros de Chile, una mirada de justicia, pero también una mirada de necesidad. La Bolivia que se está construyendo es otra, pónganle más atención. No es la Bolivia de postal, de la llamita con el indiecito con su poncho. A esa Bolivia la miraban con cierta conmiseración y distancia. Esta Bolivia sigue teniendo el mismo rostro, el mismo color cobrizo. ¡Ah!, pero tiene su llamita, tiene su satélite, tiene su gas, tiene su economía, tiene su vínculo con el mundo, tiene su crecimiento, tiene sus ingresos, tiene su propia modernidad. Y es una modernidad que quiere crecer al lado, vinculada, hermanada con la modernidad de los chilenos, en complementaridad con esa modernidad. No distanciada.

Chile no puede seguir imaginando su desarrollo de espaldas al continente. Mirando a Europa o Asia y dando la espalda al continente, porque no es nada para Asia, no es nada para Europa, ¡pero para América Latina sí! Bolivia peor, es menos que nada. Pero Bolivia y Chile y Perú y Argentina y Brasil y Ecuador y Venezuela, sí, ya tenemos con qué influenciar.

Y también es necesario un recuentro de Chile con lo que es. Allí también hay rostros cobrizos, pero no se los ve en la tele, no se ve en los parlamentos, no se ve en las telenovelas. Es un Chile real, es un Chile mayoritario. Y más pronto que tarde ese Chile más cobrizo, tan parecido al nuestro de acá, va a despertar. Sí, Chile no es tan rubio ni tan blanco. Tiene eso, pero también tiene su parte cobriza, silenciosa, esforzada, sencilla y humilde, que en algún rato hablará.

Está empezando a hablar.

Eso confío, eso espero, eso es lo que va a construir otro Chile, más cercanos a nosotros y nosotros más cercanos a ellos.

 

Muchas gracias por la entrevista.

Muy bien hermano.

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Tomado de: http://eldesconcierto.cl/entrevista-alvaro-garcia-linera-socialismo-comunidad-e-integracion-parte-iii/

Todos somos Chávez

28 Ene

Poema enviado por nuestro camarada Víctor Manuel Ramos desde Honduras

Che fidel chavez Allende

 

Después del cataclismo inicial,
desde el fondo de la mar océano
surgio la tierra innominada,
arrullada en su letárgico sueño.

Por las espumosas olas
desde el oriente y el poniente,
se levantaron imponentes
los pinos y las sequoias,
los liquidámbar y los robles.

Y tras ellos vinieron los yacarés
y los flamencos con medias rosadas,
para servir de personajes
en los cuentos de Horacio Quiroga.

Los búfalos de las sabanas
y los leopardos de las selvas,
los pargos y los salmones en los ríos
y los lagos en donde se retratan las estrellas.

Hasta que, amasados con maíz
los hombres y las mujeres
se distribuyeron la buena tierra
para sobrevivir en paz con la naturaleza
en comunión constante con los dioses.

Se levantó la piedra para construir ciudades
bañadas con luz del alba
y se pusieron las guacamayas en jaulas invisibles
y por las calles corría una brisa
con trino de agua
depositada en las vasijas de barro cocido.

Pero un día se quebró la paz.
Desde el lejano naciente llegaban
los hombres rubios en soberbias carabelas
montados a caballo sobre las sabanas y las montañas
vomitando fuego y cercenando el viento con sus espadas.

Para aliviar el martirio levantaron sus armas y sus huestes
Caupolicán, Lempira, Hatuey y muchos caídos
en el inicio de una lucha centenaria
en contra de quienes nos robaban la tierra,
la paz, el aire, los dioses.

Un quetzal de irisadas plumas
alzó su vuelo libertario y recorrió el continente.
Levantando espíritus guerreros
en contra de los usurpadores.

Las campanadas de Dolores hicieron eco
en la espada de Bolívar y en el sable de San Martín
mientras en el Centro de América
Morazán batallaba en contra de los traidores
y Martí hinchaba su verbo y empuñaba su fusil
por la libertad de Cuba.

Pero los malvados echaron suerte con la túnica de Bolívar
y repartieron nuevamente la tierra americana
a las grandes compañías transnacionales
que royeron el oro, el cobre, el banano y la olorosa madera,
que sometieron a sus designios
a sus peones tiranos
con la ilusión de que gobernaban los pueblos.

Fue precisa la presencia de Fidel y del Che
para conmover la columna vertebral del continente
con las nuevas banderas de paz y de autodeterminación,
con la nueva ilusión de ser libre de cualquier yugo
colonial o neocolonial con la con la consigna de Patria o muerte.

Tras su bandera por una verdadera liberación
levantaron sus ánimos guerreros
los pueblos americanos del Sur del Río Bravo
y surgieron los soldados nuevos
los nuevos héroes que devoraran
las entrañas de quienes se autoproclamaron nuestros dueños.

Ahí estaban con sus pechos endurecidos por la lucha:
Pablo Neruda, Jacques Stephen Alexis, Recabarren, Luis Corvalán, Caamaño Deñó,
Salvador Allende, Carlos Luís Prestes, Rigoberto Padilla,
Fonseca Amador, quienes aprendieron las lecciones
dictadas desde las Segovias
por Augusto César Sandino.

Pero había un pueblo rico en petróleo,
rico en dignidad, rico en amor por la vida,
que se debatía en la humillación y la miseria.
Por un grifo se drenaba toda la riqueza de esas tierras
y apenas se salpicaban migajas para medio paliar el hambre.

Los gobernantes se enclaustraron en los palacios
y levantaron muros para aislar al populacho,
mientras recibían y disfrutaban la paga indecorosa
con que el imperio les recompensaba la traición.0

Tanta humillación y tanta miseria
conmovieron los huesos de Bolívar en su tumba
a tal grado que se reencarnó en el pueblo venezolano
y les dotó de un líder auténtico
lleno de valor para luchar a brazo partido
en contra de los enemigos de su pueblo.

Con el corazón lleno de amor para curar las llagas centenarias,
con una voz crispante que recorre
las elevadas cordilleras y los extensos valles y selvas del continente
con la orden de marchar para ser libres.

Hugo Rafael Chávez se llama
el nuevo depositario del legado bolivariano
que con la espada del libertador
devolvió la libertad a Venezuela
sumida hasta entonces en la ficción de una falsa democracia.

Y fueron tras él los campesinos,
los obreros, los pobladores, los hombres trabajadores del campo,
las madres que luchaban por mejor escuela para sus hijos,
por medicina para la vida,
por la recuperación de las riquezas nacionales,
por el izamiento de una nueva bandera bolivariana
representativa de un hombre nuevo,
forjado en la lucha y centinela de la libertad.

Llamó Hugo Rafael Chávez
a todos los pueblos del continente
a cobijarse en los pliegues de la capa de Bolívar,
y multiplicó las espadas del libertador,
para recuperar, en lucha tenaz, la vida
de los pueblos de América
convertidos en dueños de sus destinos,
sin más amos que su voluntad acerada de ser libres por fin.

Tras él van múltiples batallones
liderados por Evo Morales, por Rafael Correa,
por Cristina Fernández, por Lula Da Silva,
por Daniel Ortega, por Manuel Zelaya,
elevando el estandarte de la unidad,
la unidad de los pueblos por la vida,
por la felicidad, por el disfrute de las riquezas
que nos dio la naturaleza,
por el futuro de los niños
y la liberación de la mujer,
por el rescate de los indios
como legítimos dueños de sus tierras y su sabiduría.

Y lo que comenzó como una derrota militar
seguida de las burlas de la prensa amansada
se ha convertido en una inmensa onda de libertad
que estremece a los pueblos americanos
unidos en la lucha, en el amor, en la fraternidad,
y que quieren ser como los bolivarianos de Venezuela
ahora dueños del azúcar y los cañaverales,
de los metales y las minas,
de los mares y sus peces,
de la tierra y sus frutos
del bosque y sus ríos y sus árboles centinelas,
de la fábrica y sus productos,
del palacio de gobierno y sus decisiones
de su libertad y su destino.

Por eso el mandato del comandante,
la orden del día incontrastable,
Todos por la unidad,
Todos por la libertad,
Todos por una sola patria grande redimida,
Todos por la paz y el bienestar,
Por el alfabeto y la salud, por la tierra
Y el trabajo noble. Todos por Bolívar
Y su sacrosanto ideal de que seamos libres de verdad.

Todos tras la ruta que ha fijado el comandante Hugo Chávez:
porque todos somos América,
todos somos un pueblo combatiente,
todos somos Fidel, todos somos El Che,
todos somos Chávez.

Es decir, somos la República Bolivariana de América.

Víctor Manuel Ramos
Tegucigalpa, Diciembre de 2012

CUÁNTA RAZÓN Y ACTUALIDAD TIENEN BOLÍVAR Y CHÁVEZ

18 Ene

Desde hace poco tiempo, hemos dedicado algunos trabajos al problema que todos y todas estamos sufriendo en nuestra vida diaria, LA ESCASES DE PRODUCTOS EN LOS ANAQUELES.

Bolívar y Chávez

Realmente es molesta la situación y nadie lo está negando, pero es más bien triste, leer los comentarios que muchos venezolanos y venezolanas, hacen sobre la situación. Pareciera que todavía existe un gran sector en la población, CON UN MUY ALTO ANALFABETISMO POLÍTICO que no les permite mirar más allá de sus propias narices, que ni siquiera les permite una pizca de duda sobre la situación.

Sencillamente repiten lo que reciben a través de tuiter y face, como si eso fuera la única verdad, ya nos lo había dicho nuestro Libertador el 15 de febrero de año 1819, día en que se instaló el Congreso de Angostura: “Por el engaño se nos ha dominado más que por la fuerza; y por el vicio se nos ha degradado más bien que por la superstición. La esclavitud es la hija de las tinieblas; un pueblo ignorante es un instrumento ciego de su propia destrucción; la ambición, la intriga, abusan de la credulidad y de la inexperiencia, de hombres ajenos de todo conocimiento político, económico o civil…”

No ven otra cosa, creen lo que les dicen, no investigan, no leen, no buscan, siempre es más fácil repetir y por eso: “…adoptan como realidades las que son puras ilusiones; toman la licencia por la libertad; la traición por el patriotismo; la venganza por la justicia. Semejante a un robusto ciego que, instigado por el sentimiento de sus fuerzas, marcha con la seguridad del hombre más perspicaz, y dando en todos los escollos no puede rectificar sus pasos.”

De seguir creciendo el estado de inconciencia y los opositores logren que más personas actúen de esta forma, tristemente terminaremos dando cumplimiento a lo que planteó sabiamente Bolívar: “Un pueblo pervertido si alcanza su libertad, muy pronto vuelve a perderla; porque en vano se esforzarán en mostrarle que la felicidad consiste en la práctica de la virtud; que el imperio de las leyes es más poderoso que el de los tiranos, porque son más inflexibles, y todo debe someterse a su benéfico rigor; que las buenas costumbres, y no la fuerza, son las columnas de las leyes; que el ejercicio de la justicia es el ejercicio de la libertad.

Será en ese momento cuando realmente podrán gritar la consigna que ya los opositores están promoviendo “Cuando vivíamos bien y no lo sabíamos”, que mucha gente ahora repite, sin darse cuenta que los están preparando para la realidad que ellos están montando, entonces, si se darán cuenta: que las pensiones, la construcción de viviendas cómodas, los mercados populares, los módulos de Barrio Adentro, los CDI, las SRI, la entrega de medicinas de alto costo, los nuevos y modernos centros oncológicos, la educación gratuita, la Colección Bicentenario, las canaimitas, las canaimas, las tabletas, los aumentos de sueldo todos los años, las Misiones, el Cardiológico Infantil y tantísimos otros beneficios desaparecieron por apoyar a grupos que siempre dijeron y siguen diciendo que HAY QUE REDUCIR EL GASTO SOCIAL.

Creen ingenuamente que lo que están viviendo los pueblos de España, Grecia, Portugal, Francia, Alemania, Estados Unidos, Italia y otros países del planeta, no le tocará a la Venezuela que los opositores promueven, cuando se den cuenta del engaño, ya será tarde y tendremos que recomenzar las luchas para llegar nuevamente a lo que hemos logrado.

Debemos recordarles las últimas palabras de NUESTRO COMANDANTE ETERNO, que extrañamente hasta estos opositores ahora defienden: “(…) como es bien sabido, pues nosotros hemos venido dando además de todas las batallas políticas, económicas, sociales (…) tenemos Patria hoy, tenemos Patria. Venezuela ya hoy no es la misma de hace veinte años, de hace cuarenta años. (…) Digo porque los adversarios, los enemigos del país no descasan ni descansarán en la intriga, en tratar de dividir, y sobre todo aprovechando circunstancias como estas, pues. Entonces, ¿cuál es nuestra respuesta? Unidad, unidad y más unidad. ¡Esa debe ser nuestra divisa! (…) No faltarán los que traten de aprovechar coyunturas difíciles para mantener ese empeño de la restauración del capitalismo, del neoliberalismo, para acabar con la Patria. No, no podrán, ante esta circunstancia de nuevas dificultades -del tamaño que fueren- la respuesta de todos y de todas los patriotas, los revolucionarios, los que sentimos a la Patria hasta en las vísceras como diría Augusto Mijares, es UNIDAD, LUCHA, BATALLA Y VICTORIA (…)

Martín Hernández Bracho
@martinher85

NO AL ENGAÑO POPULAR

DESENMASCAREMOS A LOS TRAIDORES

PRISIÓN A LOS CORRUPTOS

Carta de China para María Corina

9 Ene

En respuesta a su carta del 8 de enero 2015 dirigida al camarada Xi Jinping, Presidente de la República Popular China, he recibido instrucciones de responderla para hacer honor a la tradicional cortesía de mi país y, al mismo tiempo, señalarle:

Bruja apátrida

Bruja apátrida

PRIMERO

Firma usted su carta como “Diputada a la Asamblea Nacional”, cargo y título que usted –efectivamente- tuvo y del cual fue despojada por sus colegas parlamentarios por haber representado a otro país (?) en la Organización de Estados Americanos OEA, con el propósito manifiesto de oponerse a la representación oficial de Venezuela en dicho foro. La República Popular China no se entromete en los asuntos internos de Venezuela, pero creo pertinente comentar que si un diputado chino hubiera incurrido en semejante conducta, y hubiera cometido la locura de volver a China, lo hubiéramos tratado sin la benevolencia que usted ha recibido de parte del gobierno de su país y habría perdido algo mas que su curul. Me atrevo, además, a suponer que es en función de esa benevolencia que usted hoy se atribuye un título que no tiene para descalificar a su gobierno y denunciar acuerdos bilaterales que sin duda beneficiarán a su pueblo.

SEGUNDO

Habla usted “en nombre de los ciudadanos venezolanos que hoy nos preparamos para la reconstrucción de nuestro país”, y suponemos se refiere a sus correligionarios. No podemos sino desearle éxito en dicha preparación si es para alcanzar el poder dentro de la legalidad constitucional venezolana, es decir mediante elecciones.

No parece pertinente de su parte “advertir al pueblo chino” (son sus palabras) de cualquier cosa que sea.  Habla usted con irrespeto y  racismo, como si el gobierno de una nación de 1.370 millones de habitantes necesitara que usted le informe sobre las realidades del mundo. Peor aún, comienza su “advertencia” con una afirmación tan errónea como es “Venezuela atraviesa una crisis económica y social sin precedentes”, cuando hasta los estudiantes chinos y venezolanos saben que el actual “proceso” venezolano nació justamente de la profunda y dramática crisis neoliberal de los 80-90, que era política y social y no solamente económica como la actual que, además, es en gran parte artificial y provocada.

TERCERO

En cuanto a la parte de su “advertencia” que señala, como para atemorizarnos, “una grave escasez de productos de primera necesidad, el aumento desenfrenado de la inflación y la destrucción del sector productivo” un estudio aún superficial de la historia china le permitirá enterarse, señora Machado, que esas eran las condiciones cuando nació, en 1948 y en plena guerra fría, nuestra gloriosa República Popular China, sin mencionar la guerra fría y acoso por parte del entonces gobierno macarthista de los Estados Unidos.

CUARTO

Escribe usted que “La solicitud de financiamiento hecha recientemente por el Sr. Maduro ante la República Popular China, no garantiza que los recursos se utilicen de una manera responsable…” Una solicitud en sí no garantiza nada: en las negociaciones bilaterales entre China y Venezuela rige el mutuo interés estratégico y las garantías financieras. En cuanto al destino y uso que hace cada Estado de sus finanzas, eso es un asunto de política interna: nosotros no somos el FMI ni somos el gobierno de su amigo George Bush. El gobierno chino no regala, ni apuesta decenas de miles de millones de dólares sin saber con quién está tratando: consideramos que Venezuela tiene suficientes recursos materiales y humanos para garantizar cualquier cosa. Y sobre la parte de su ‘advertencia’ que indica que “la caída de los precios del petróleo les restan el soporte (sic) que requeriría la solicitud”, nuestros expertos petroleros difieren y piensan que hay razones para esperar un repunte de precios en 2015.

QUINTO

En cuanto a su afirmación de que “el nuevo empréstito podría (sic) estar fuera de toda norma constitucional venezolana”, su condicional ‘podría’ genera dudas sobre si el tema la supera a usted o si intentó formular una amenaza, como si la República Popular China no supiera quién es usted y su poca autoridad que  en materia constitucional.

El resto de su carta es puramente político, y trata asuntos para ser debatidos entre venezolanos. Me detendré, sin embargo en su afirmación de que miles de millones de dólares han sido para “proyectos en el área social que hoy no están concluidos”. y decirle que esperamos que nunca se concluyan, porque esa es, justamente, la naturaleza de los proyectos sociales.

Termina usted su carta asegurándonos que “al lograr la transición hacia la democracia, el nuevo gobierno de Venezuela honrará los compromisos asumidos con la República Popular de China”, a lo que me veo obligado a señalarle que la República Bolivariana de Venezuela está reconocida como una democracia por los casi 200 países miembros de las Naciones Unidas y, en general, por toda la comunidad internacional. Siendo Venezuela una democracia, quizás la “transición” que usted nos anuncia sea hacia otra cosa que no nos permitimos ni queremos adivinar. Lo único que podemos hacer, en esta China milenaria y socialista, es preguntarnos si el “nuevo gobierno”  que usted anuncia… durará o duraría- más que el de su antiguo socio y colega Pedro Carmona Estanga.

Con nuestra consideración
Me suscribo,

Dr. Fu Man Chu
Encargado de Asuntos Atípicos Internacionales
Xihuang-Chenggen Beijie, Beijing
República Popular de China

P.S.: Manda a decir el Presidente Xi Jinping que no sea tan chismosa.

Tomado de: http://www.telesurtv.net/bloggers/Carta-de-China-para-Maria-Corina-20150109-0003.html

LA ONU DESMIENTE A LÍDERES OPOSITORES VENEZOLANOS

1 Ene

¿Cómo es el día a día en la ciudad más peligrosa del mundo?

NO ES EN VENEZUELA

A tenor del informe de Naciones Unidas sobre drogas y crímenes, San Pedro Sula de Honduras es la ciudad más peligrosa en el mundo, informa ‘Business Insider’.

AFP / Orlando Sierra

AFP / Orlando Sierra

Las drogas han causado graves estragos en Honduras, especialmente en San Pedro Sula, escribe ‘Business Insider’. En la foto los miembros de la policía militar de Honduras encuentran casi 900 kilos de cocaína incautada en un contenedor de refrescos procedente de Costa Rica en julio de 2014.

San Pedro de Sula Campamento drogas

Más de la mitad de todas las incautaciones de cocaína en América Central se registran en El Salvador y Honduras, que aumentó en tres veces la producción entre 2010 y 2011. En 2011, la policía de San Pedro Sula descubrió un laboratorio de cocaína de gestión mexicana.

San Pedro de Sula asesinatos

En 2008, el creciente número de asesinatos obligó a las autoridades de San Pedro Sula a almacenar cuerpos en camiones refrigerados antes de trasladarlos a cementerios.

REUTERS / Jorge Cabrera

REUTERS / Jorge Cabrera

En Honduras los ciudadanos pueden poseer hasta cinco armas personales. Las armas de fuego causan el 83,4% de los homicidios en Honduras, frente al 60% en EE.UU.

REUTERS

REUTERS

Al menos 14 reos murieron en un motín masivo en 2012, cuando las bandas criminales rivales se atacaron con armas de fuego y machetes.

San Pedro de Sula Detienen menor

 

Los ciudadanos de San Pedro Sula también tienen que lidiar con una policía corrupta. Al menos en cinco casos recientes de asesinatos de miembros de bandas criminales, se han visto implicados agentes.

REUTERS / Jorge Cabrera

REUTERS / Jorge Cabrera

Los policías militares de la ciudad incluso suben a los autobuses públicos para comprobar si los pasajeros llevan armas o drogas.

REUTERS / Daniel LeClair

REUTERS / Daniel LeClair

Los ciudadanos viven entre el miedo y la pobreza. En Honduras, el segundo país más pobre de América Latina, el 65% de la población vive por debajo del umbral de la pobreza.

REUTERS / Edgard Garrido

REUTERS / Edgard Garrido

En las zonas rurales de Honduras, sólo el 15% de la población tiene acceso a agua potable. Muchas familias lavan su ropa y a los bebés en las mismas fuentes.

REUTERS / Jorge Cabrera

REUTERS / Jorge Cabrera

Aproximadamente el 80% de los ciudadanos de Honduras no tiene acceso a atención sanitaria, y muchas familias tienen que pagar por la atención médica.

Con información de: Rusia TV

Tomado de: http://actualidad.rt.com/sociedad/162005-fotos-ciudad-peligrosa-vida-honduras

FELIZ AÑO PARA TOD@S

1 Ene

Hemos terminado el 2014 y comenzamos el 2015 con más fuerza y ganas de defender nuestra amada Revolución Bolivariana, desde esta trinchera seguiremos poniendo nuestro mayor esfuerzo para lograrlo.

Corazón de Chávez

En la etapa que iniciamos, haremos énfasis en la promoción de los logros de la Revolución, porque tod@s l@s revolucionari@s NO PODEMOS PERMITIR que cale en nuestra población la sucia publicidad que ya comienza, enseñándole que faltan productos, servicios y otras necesidades que la misma derecha acapara, esconde, aumenta de precios, deja de producir y a través de sus medios de comunicación nacionales e internacionales responsabiliza a nuestro presidente Nicolás Maduro y su equipo de gobierno.

Razón tuvo nuestro AMADO CHÁVEZ, cuando ese 8 de diciembre nos avisó la guerra, recuerden siempre que: EN LA UNIÓN ESTÁ LA FUERZA y GUERRA AVISADA NO MATA SOLDADO.

Somos l@s soldad@s de esta revolución, así que UNIDAD, LUCHA, BATALLA Y VICTORIA, esa FUE LA ORDEN IMPARTIDA POR NUESTRO COMANDANTE ETERNO:

VAMOS TOD@S A CUMPLIRLA

FELIZ AÑO 2015

Martín Hernández Bracho
@martinher85

Agresora de exdefensora es madre de niño cardiópata atendido exitosamente en Cardiológico Infantil

31 Dic

¿CUÁNDO ACTUAREMOS CONTUNDENTEMENTE CONTRA ESTE ATAQUE PERMANENTE AL PUEBLO VENEZOLANO?

Alexa Brandti Gil, la joven de 25 años señalada como agresora de la exdefensora del Pueblo de Venezuela, es madre de un niño con cardiopatía congenita que fue tratado exitosamente en el Hospital Cardiológico Infantil, un centro de salud de alto nivel creado por el fallecido presidente, Hugo Chávez.

defensora-del-Pueblo-Gabriela-Ramírez

La información la revelo la propia Brandti en un post publicado en agosto de 2013 en un grupo de Google sobre embarazos, donde explicó que el pequeño fue diagnosticado con un patología denominada «atresia triscuspidea».

Fue ingresado al Hospital Cardiológico Infantil «Doctor Guillermo Rodríguez Ochoa», ubicado en Caracas, y hasta la fecha de su nota había sido intervenido dos veces: la primera en agosto de 2009, con solo 8 meses de nacido, y la segunda en el 2013.

«Ambas operaciones fueron exitosas, gracias a dios y a las maravillosas manos del doctor…», precisa en el texto dirigido a ofrecer apoyo emocional a otra madre participante del foro de discusión.

El hospital fue inaugurado en agosto de 2006 por el entonces presidente Hugo Chávez. Actualmente se administra a través de una fundación que depende del Ministerio de Salud de Venezuela. Tiene disponibilidad para atender 4 mil 500 intervenciones quirúrgicas anuales y 80 mil consultas externas. Ofrece la posibilidad a estudiantes venezolanos y de países latinoamericanos de realizar postgrados relacionados con su campo.

La agresión a la exdefensora del Pueblo, Gabriela Ramírez, ocurrió el lunes en la tarde en un restaurant ubicado en municipio Baruta, muy cerca de donde reside la joven Alexa Brandti, en la urbanización Santa Fe, según lo denunció la propia funcionaria.

La agresión habría sido motivada por el rechazo que sectores de oposición en urbanizaciones de clase media sienten hacia funcionarios o dirigentes identificados con el chavismo. En un video de la agresión se escucha a otros comensales aplaudir y apoyar el ataque con gritos de «fuera, fuera».

Tomado de: http://www.aporrea.org/actualidad/n262919.html?utm_source=dlvr.it&utm_medium=facebook

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